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Updated: 18.12.2012 15:51
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Kritik am "Dreibund"

Am 1. Juni wurde in Genf - aus Anlass der ILO-Tagung - ein dreiseitiges Abkommen zwischen Regierung, Unternehmensverbänden und Gewerkschaften Kolumbiens unterzeichnet, die "dreiseitige Vereinbarung für das Recht auf Zusammenschluss und Demokratie". Die (spanische, mit deutscher Zusammenfassung) Kritik der CUT-Opposition in der "POSICION DE LA CORRIENTE SINDICAL CLASISTA Y UNITARIA DE LA CUT" vom 8. Juni 2006

POSICION DE LA CORRIENTE SINDICAL CLASISTA Y UNITARIA DE LA CUT, SOBRE EL “ACUERDO TRIPARTITO POR EL DERECHO DE ASOCIACION Y LA DEMOCRACIA”

El 1 de junio de 2.006 fue suscrito en Ginebra (Suiza), al inicio de la 95° Conferencia de la OIT, el llamado “Acuerdo Tripartito por el Derecho de Asociación y la Democracia”, entre los delegados del gobierno, de los patronos y de las centrales sindicales de Colombia.

Como era de esperarse, el gobierno y los patronos se han congratulado ampliamente por el Acuerdo, los medios de comunicación le han dado un despliegue inusitado y lo han colmado de elogios y el propio Director General de la OIT ha manifestado que “Un caso que no se examinará este año es el caso de Colombia gracias a un acuerdo tripartito histórico que nos ha dado a todos esperanzas para poder seguir adelante con objetivos comunes”. El Presidente de la CUT, Carlos Rodríguez, por su aporte, en lo que más parece un novelón, ha afirmado que fue posible lo imposible y que se trató algo así como de una acción heroica.

Entre los trabajadores, mientras tanto, cunde el desconcierto por este nuevo hecho consumado sin consentimiento del movimiento sindical, cuyas consecuencias políticas favorecen al gobierno y a los patronos y son tremendamente negativas para los trabajadores. Para tener comprensión de lo ocurrido, nos permitimos puntualizar algunos hechos que son imprescindibles para el análisis:

1. El 29 de octubre de 2.005, la “Visita Tripartita de Alto Nivel” de la OIT, antes de marcharse del país hizo las siguientes recomendaciones: “1) que, a fin de combatir la impunidad existente debería existir un compromiso pleno en los siguientes aspectos: un diálogo tripartito y continuo sobre los derechos fundamentales, una voluntad política clara y amplia y los recursos necesarios para ello; 2) las instituciones tripartitas existentes, como la Comisión Interinstitucional para la Promoción de los Derechos Humanos, la Comisión Permanente de Concertación en Políticas Laborales y Salariales y la Comisión Especial de Tratamiento de Conflictos ante la OIT, deben ser rápidamente reactivadas; 3) debería establecerse una presencia permanente de la OIT en el país a fin de desarrollar un programa sostenible que facilite el esfuerzo continuado para combatir la impunidad y que reúna toda la información actualizada pertinente tal como ofreciera el Fiscal General de la Nación. Esta presencia ayudará a la plena implementación de la libertad sindical y del diálogo tripartito”.

Es conveniente señalar que sobre estas recomendaciones varios integrantes de la Corriente Sindical Clasista y Unitaria señalamos en su momento en el Comité Ejecutivo de la CUT que las considerábamos precarias e insuficientes dada la gravedad de la situación de los derechos humanos y de la libertad sindical en nuestro país. Quiere decir que lo que ahora se presenta como un gran logro no es más que la reiteración de lo que ya había recomendado la “Visita Tripartita de Alto Nivel”. La diferencia está en que ya no se trata de una decisión tomada por la OIT contra un gobierno que viola los derechos y libertades sino que es el producto de un “Acuerdo” que deja al gobierno a salvo de cualquier censura.

Precisamente por eso, el propio Carlos Rodríguez en su contradictorio escrito dice que Colombia figuraba en la lista de países a ser llamados ante la Comisión de Aplicación de Normas de la Conferencia de la OIT, “pero producto del acuerdo se definió su exclusión”. En otras palabras, el gobierno estaba a punto de ser sentado en el banquillo de los acusados, pero la mano milagrosa del “Acuerdo” lo libró de rendir cuentas. Desde luego, entendemos que también hubiese podido suceder lo contrario, es decir, que gracias al “lobby” de gobierno y empresarios Colombia no hubiera sido incluido en la lista. En tal caso, el movimiento sindical habría mantenido intacta su autoridad moral para seguir reclamando, como lo ha hecho a lo largo de 20 años.

El premio de consolación por este logro incuestionable del gobierno es que, según reza el texto del Acuerdo, “El Gobierno Colombiano acordará con la Oficina de la OIT y con el apoyo de trabajadores y empresarios, una renovada presencia de esa organización internacional en el país”, que según la muy particular interpretación del Presidente de la CUT es una medida que está por encima del párrafo especial y hasta de la Comisión de Encuesta.

Al respecto queremos dejar bien claro que no desdeñamos la presencia de la Oficina de la OIT en Colombia, mucho menos nos oponemos a su instalación, pero tampoco podemos ignorar que por el país han pasado todo tipo de comisiones y misiones de la OIT, con muy escasos resultados, por lo que no consideramos justo exagerar su significado.

2. La delegación que participa en nombre de la CUT en la Conferencia de la OIT no fue elegida por el Comité Ejecutivo, tal como lo disponen los Estatutos. El informe de la centrales obreras a la Conferencia sólo vinimos a conocerlo cuando ya había sido entregado a la OIT y del Acuerdo Tripartito nos enteramos por los medios de comunicación. Estos hechos constituyen violaciones flagrantes a la democracia sindical y son una práctica inveterada de la actual mayoría del Comité Ejecutivo, no obstante las reiteradas reclamaciones que hemos hecho para que se le ponga fin a esos procederes.

3. El 29 de abril de 2.006, el Comando Nacional Unitario, a instancias del Comité Ejecutivo de la CUT, tomó la decisión de “retirarse de todos los espacios de participación institucionales hasta tanto no se ofrezcan plenas garantías para el ejercicio pleno y el desarrollo del sindicalismo, de los derechos laborales individuales, así como la protección de la vida de los dirigentes y afiliados y que el gobierno nacional fije una posición clara respecto al absurdo documento del Banco Mundial, el cual condena a los trabajadores colombianos a vivir en medio de la miseria en forma definitiva”.

Que sepamos, nada de esto ha cambiado. Sin embargo, en el Acuerdo se establece que “se convocará la Comisión Nacional de Concertación de Políticas Laborales y Salariales, con agenda de trabajo permanente y se invitará a la OIT a que acompañe el proceso de las reuniones”. Otra vez, los firmantes del Acuerdo dan marcha atrás pasando por encima de los organismos de dirección de la Central, sin hacer ninguna evaluación y sin que se cumplan los requisitos fijados por el Comando Nacional Unitario.

4. Además de lo ya anotado, consideramos que el Acuerdo es un atentado contra la unidad no solo de la CUT sino de los organismos unitarios en los cuales participa la Central, entre ellos, la Gran Coalición Democrática, en momentos en que se requiere concretar el más amplio frente contra un gobierno caracterizado por ser el peor enemigo de los trabajadores, que sigue actuando contra el movimiento sindical, como lo demuestra la ilegalización del paro de ASONAL JUDICIAL, y que anuncia la continuidad de su política con reformas regresivas y antipopulares como la Reforma Tributaria, la reforma a las transferencias, sin descartar nuevas reformas laborales y pensionales, lo mismo que con privatizaciones, reestructuraciones del Estado y despidos en masa de trabajadores. Particularmente nos preocupa que el Acuerdo contribuye a viabilizar el TLC, por cuanto deja al gobierno libre de cualquier riesgo de ser acusado de violar las cláusulas laborales de dicho tratado.

Por último, la Corriente Sindical Clasista y Unitaria considera urgente que el movimiento sindical y, en particular la CUT, definan una clara posición frente al gobierno de Uribe Vélez para evitar que la ambigüedad y la conciliación sigan causando tropiezos a la unidad y a la lucha contra la oligarquía y el imperialismo.

Miguel Antonio Caro Pineda, Gustavo Rubén Triana, Gloria Inés Ramírez, Diógenes Orjuela, Domingo Tovar Arrieta, Tarsicio Rivera Muñoz, Luís Alfonso Velásquez, Álvaro Morales y Orlando Ospina (Miembros del Comité Ejecutivo Nacional de la CUT).

Deutsche Zusammenfassung

Die 8 AutorInnen der Kritik, die allesamt Mitglieder des Exekutivkomitees der CUT sind, heben in ihrer Kritik an dem Genfer Abkommen vier Punkte hervor:

1. Stelle das Abkommen nicht, wie CUT-Vorsitzender Rodrigues behauptet, einen Fortschritt dar, sondern bedeute lediglich - und exakt - die Verwirklichung der Vorschläge, die die ILO-Delegation im Oktober 2005, am Ende ihrer Kolumbienreise zur Bestaqndsaufnahme, gemacht habe. Konkret: Die kolumbianische Regierung wird aus der Schusslinie genommen, denn: weil das Abkommen die dort vorgeschlagene Wiederbelebung der Institutionen der Zusammenarbeit enthalte und die ständige Präsenz einer ILO-Vertretung im Lande, wird die Lage in Kolumbien von der ILO-Tagesordnung gestrichen.

2.Heben die Gewerkschaftsoppositionellen hervor, dass entgegen der Gewerkschaftssatzung, die Delegation zur ILO-Tagung weder gewählt wurde, noch Aufträge bekommen habe - insbesondere weisen sie darauf hin, dass die GewerkschafterInnen, auch das Exekutivkomitee, von dem unterzeichneten Abkommen erst aus den Medien erfahren haben.

3.Unterstreichen sie, dass erst im April 2006 ein Beschluss gefasst worden war, sich aus allen Institutionen der Zusammenarbeit zurückzuziehen, solange die Bedingungen im Lande sich nicht geändert hätten - dh, vor allem die Regierungspolitik. Und sie stellen fest, dass sie kein Argument wissen, das eine solche Veränderung anzeigen würde - womit deutlich sei, dass die Delegation auch direkt gegen bestehende Beschlüsse gehandelt habe.

4.Betonen die Oppositionellen, dass die Unterzeichnung des Abkommens nicht nur die Gewerkschaftsföderation schädige, sondern auch jene Zusammenschlüsse an denen die CUT beteiligt ist, und in denen sie eine wichtige Rolle spielt, wie die "Grosse Demokratische Koalition" - unter anderem eben deshalb, weil die Unterzeichnung dieses Abkommens auch die aktuelle Politik der Regierung Uribe (wie neoliberale Steuerreform, Freihandelsabkommen mit den USA usw) stärke.

Abschliessend betonen sie die dringende Notwendigkeit, dass die gewerkschaftsbewegung und insbesondere die CUT ihre Stellung zur Regierung Uribe klar definiere, um den Kampf gegen Oligarchie und Imperialismus nicht weiter zu behindern.


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