Truppenabzug? Die Präsidenten Brasiliens und Boliviens liessen ein weiteres Massaker zu

Im November 2006 hatte die Antiimperialistische Liga Haitis in einem offenen Brief an die Präsidenten Brasiliens und Boliviens diese aufgefordert, ihre Truppen aus dem UNO-Kontingent Haitis abzuziehen. Weder Lula noch Morales (der gerade als Kandidat für den Friedensnobelpreis gepusht wird) haben darauf reagiert. Stattdessen kamen sie der Aufforderung des Sicherheitsrates der UNO nach, einmal mehr mit einer grossen Militäraktion in den Slums der Hauptstadt Port au Prince für "Ordnung" zu sorgen - der brasilianische General Siquieros kommandierte am 22. Dezember den Vormarsch mit Hubschraubern und schweren Waffen. Mindestens 17 Todesopfer und 40 Verletzte waren das Ergebnis dieses Vorgehens gegen "Banden" die es laut UNO eben - wahrheitswidrig - nur in den Armenvierteln gibt. Auch Soldaten aus Uruguay und Chile waren beteiligt. Der ehemalige bolivianische Energieminister Soliz Rada schrieb nun seinerseits einen offenen Brief, in dem er auch auf Debatten innerhalb der Regierung im letzten Jahr eingeht - etwa die Forderung des bolivianischen Ministers San Miguel bolivianische Truppen in den Congo zu schicken, wegen der "internationalen Verpflichtungen" des Landes. Rada schlägt in seinem Brief den Bogen von den blutigen Ordnungsaktionen auf Haiti zu dem offiziell bestätigten Fakt, dass in jenem Congo allein die uruguayische Soldateska der UNO im Laufe von 2006 nicht weniger als 59 durch Vergewaltigung schwangere Frauen auf ihrem Gewissen hat. Als es dann um die Truppen nach Haiti ging, stellte sich Morales auf den Standpunkt, mit der (pro) Congo-Entscheidung sei eine diesbezügliche Grundsatzentscheidung gefallen. Rada fordert in seinem Brief jene auf, die sich für Morales Nobelpreis stark machen, dies mit der Forderung nach einem Rückzug der Truppen aus Haiti zu verbinden. Radas (spanischer, hiermit kurz zusamengefasster) offener Brief "TROPAS BOLIVIANAS EN HAITI" vom 19. Januar 2007.

TROPAS BOLIVIANAS EN HAITI

Por: Andrés Soliz Rada

El 5 de noviembre de 2006, la Liga Haitiana Antiimperialista dirigiú una carta abierta a los presidentes Evo Morales de Bolivia y Lula da Silva de Brasil para pedirles el retiro de sus tropas de Haití, las que forman parte de la Misiún de las Naciones Unidas para la estabilizaciún de ese país, integrada, además, por Estados Unidos, Francia, Canadá, Argentina, Chile, Uruguay, Croacia, Ecuado.

La carta recordó a Evo y Lula que la ONU "es un instrumentos en manos de las potencias imperialistas, particularmente de la superpotencia imperialista norteamericana". Añadió que es explicable la actitud de otros presidentes conservadores, neoliberales y reaccionarios, pero que se podía esperar una actitud más equilibrada y justa de otras autoridades que tienen mayor sensibilidad "frente al drama que sufre nuestro país, víctima, una vez más, de la política intervencionista de EEUU".

NUEVA MASACRE

La demanda no fue escuchada y el 22 de diciembre pasado, 400 soldados de las fuerzas de ocupaciún, dirigidas por el general brasileño José Elito Carvalho Siquiera, con el apoyo de helicúpteros, vehículos blindados y armas pesadas realizaron un masivo ataque contra los barrios pobres de Puerto Príncipe (la capital), causando por lo menos 17 muertos y 40 heridos. La represiún fue ordena por el Consejo de Seguridad de la ONU y ejecutada por soldados de Brasil, Bolivia, Chile y Uruguay. . La crueldad de los invasores llegú al extremo de impedir que ambulancias de la Cruz Roja atendieran a los heridos.

El "regalo" navideño se debiú a que la gente pobre de Puerto Príncipe protestó en las calles el 16 de diciembre por el fraude en los comicios municipales del 3 de diciembre y en contra la ocupación foránea. El pretexto consistiú en afirmar que se trataba de reprimir a secuestradores y bandidos, que existen en todas las zonas de la ciudad y no súlo en los barrios marginales.

EL PODER EJECUTIVO Y EL PARLAMENTO

En la segunda reuniún de gabinete del flamante gobierno boliviano (febrero de 2006) , el Ministro de Defensa, Walter San Miguel, informó que estaba enviando al parlamento la solicitud de autorizaciún para el traslado de soldados boliviano al Congo y que se trataba de la undécima misiún que cumpliría nuestro país, dentro de acuerdos con la ONU.

Como Ministro de Hidrocarburos y Energía me opuse a la iniciativa, aduciendo que si Bolivia respaldaba la ocupaciún militar de otros países, con qué argumento nos opondríamos a que nuestro país sea objeto de agresiones similares, sobre todo en momentos en que nos aprestábamos a iniciar profundos cambios estructurales en Bolivia? La pregunta tiene enorme actualidad ya que, una vez más, como ocurriú en los gobiernos de Carlos Mesa y Eduardo Rodríguez Veltzé, se especula en la prensa extranjera de la posible llegada de "Cascos Azules" de la ONU ante los conflictos sociales y políticos existentes en nuestro territorio. El triunfo electoral de Evo Morales, por 53.7 % de los votos no es ninguna garantía para que la intervenciún foránea no ocurra. El Presidente haitiano Jean Bertrand Aristide fue expulsado, por primera vez, en 1991, después de haber ganado los comicios con el 67 %.

San Miguel explicó que se trataba de cumplir compromisos previos y que sería la íltima vez que se solicitaría la autorizaciún mencionada. El razonamiento fue respaldado por el Jefe del Estado y demás ministros.

Cabe recordar que la presencia de tropas extranjeras en El Congo se ha traducido en una "rampante explotación sexual" de las mujeres congoleñas. Súlo el contingente uruguayo dejú 59 niñas y adolescentes embarazas en el 2006, mientras se acrecentaban los escándalos de corrupciún por el trueque de alimentos por petrúleo, en los que se vieron involucrados altos funcionarios de la ONU.

Cuatro meses después se repitiú el pedido al parlamento para el envío de tropas a Haití. El ex vice Ministro de Gobierno, Rafael Puente, (quien asistiú al gabinete por inasistencia de la Ministra Alicia Muñoz) manifestú su oposiciún con argumentos parecidos a los míos. El Presidente le dijo que el tema ya había sido dilucidado con ocasión del tema del Congo. En el Parlamento, súlo los senadores Antonio Peredo y Gastún Cornejo se negaron a respaldar las solicitudes del Ejecutivo. Luego me enteré que el Senador Peredo fue recriminado desde el Palacio de Gobierno por esa actitud.

Ningín parlamentario tuvo el coraje de presentar una peticiún de informe y menos una interpelaciún al Ministro de Defensa por esas decisiones.

PREMIO NOBEL DE LA PAZ

Numeras personalidades y organizaciones internacionales, como Adolfo Pérez Esquivel, Rigoberta Menchú, Leonardo Bolff, Hebe de Bonafide, la Asamblea de Derechos Humanos de Ecuador, los Círculos Bolivarianos de Venezuela, las "Madres de la Plaza de Mayo" de Argentina, la Escuela Nacional de Cuadros de Defensa de la Revoluciún Cubana están realizando una activa campaña para que se otorgue al Presidente Evo Morales el Premio Nobel de La Paz. Sería importante que en la campaña incluyan el pedido al Jefe de Estado para que retire las tropas bolivianas del Congo y Haití, por elemental defensa de las soberanías nacionales y la autodeterminaciún de los pueblos.

El caso de Haití, geográficamente ubicado entre Cuba y Venezuela, tiene especial connotaciún para la política norteamericana, interesada en mantener una cuña, entre dos países contestatarios a sus políticas de sometimiento de América Latina. Recordemos un solo dato. En 1919, los marines fusilaron a 10.000 campesinos haitiano durante la ocupación estadounidense. A raíz de la masacre del 22 de diciembre, Eduardo Galeano escribiú lo siguiente:"Haití es un país arrojado al basural por eterno castigo a su dignidad. Allí yace como si fuera chatarra".

Lo anterior no puede seguir ocurriendo con la participación de un gobierno empeñado en ejecutar una revoluciún cultural y democrática.