Los abajo firmantes, dirigentes de organizaciones sindicales, políticas, populares, democráticas y defensores de los derechos humanos nos pronunciamos terminantemente en contra de la intervención militar norteamericana o de una "fuerza multinacional" en Colombia, bajo cualquier pretexto, sea el del "combate al narcotráfico" o una supuesta "defensa de los derechos humanos". El gobierno norteamericano prepara un golpe más contra la humanidad. A pesar haber hecho reiteradas declaraciones para negar una eventual intervención militar en Colombia, lo cierto es que la preparación de la intervención es cada vez más evidente, como lo demostró la reciente caída del avión "espía" de la Fuerza Aérea de los EE.UU. en la región de Putamayo, Colombia. Los EE.UU. ya cuentan con un pelotón militar de 300 efectivos dentro de Colombia, lo que incluye a 100 agentes de la CIA y de la DEA (Departamento Anti Drogas de los EE.UU), que funcionan como tropa de observación en territorio colombiano. Además, recientemente tuvimos la visita del jefe de la DEA, el general Barry MacCaffrey, buscando convencer a los gobiernos latinoamericanos a intervenir en Colombia. Como parte de este "esfuerzo", Ecuador entregó la base militar de Manta para las operaciones aéreas del comando sur de los EE.UU. y Perú trasladó a 3000 soldados hacia la frontera con Colombia. Bajo el pretexto de combatir a la "narco guerrilla", el imperialismo prepara una intervención militar en el país. Lo que el imperialismo yanqui no puede aceptar es que la rebelión popular en Colombia haya llegado al punto de que el 40% del territorio colombiano esté controlado por la guerrilla, en una situación de crisis cada vez más acentuada en todos los países de la región.

Igualmente exigimos el respeto a los derechos humanos, el derecho a la sindicalización, el derecho de huelga, de manifestación y expresión de todos los sectores de la población, particularmente del movimiento sindical, popular y campesino. Son derechos elementales que no son respetados por el gobierno y los paramilitares que desarrollan una verdadera masacre de dirigentes sindicales, campesinos, de la juventud y de los derechos humanos. La CUT colombiana, en sus 12 años de existencia, ya tiene aproximadamente 3000 dirigentes sindicales afiliados asesinados. Según datos oficiales cada día un sindicalista es asesinado, su cabeza vale en el "mercado de la muerte" entre 150 y 200 dólares. Es un verdadero baño de sangre contra el movimiento sindical, popular y de derechos humanos, realizado por los paramilitares y por el ejército con la complicidad del gobierno de Pastrana. Por la acción de los paramilitares, existen decenas de miles de campesinos expulsados de sus tierras. Además existen leyes restrictivas al derecho de organización, de movilización y de huelga que llevan a que hoy haya varios dirigentes sindicales y populares presos por ejercer su legítimo derecho de expresión y de defensa de los intereses de los trabajadores y de la población pobre.

Nosotros, entidades abajo firmantes, repudiamos y exigimos:

Nombre Entidad

Sindicato de Metalúrgicos de Campinas y Región, Brasil

Sindicato de Metalúrgicos de São José dos Campos, Brasil

Asociación de Docentes de la Universidad Estadual do Rio de Janeiro,

Federación Sindical Democrática de Metalúrgicos de Minas Gerais, Brasil

Chemiekreis, Alemania